Prevención de robos

Me permito alertar acerca de una modalidad de delito que, si bien no tiene época, ocurre preferentemente en el verano.

Se trata del suministro de sustancias hipnóticas que provocan pérdida del control y de la memoria.

En todos los casos, la persona -que se encuentra casi siempre sola- recibe y ejecuta órdenes sin oposición, desapareciendo los actos inteligentes de la voluntad y la memorización de hechos, lo cual es aprovechado por los delincuentes, que se dedican con tranquilidad a robar y en algunos casos a violar a sus victimas.

Las sustancias se absorben rápidamente y es por vía oral como frecuentemente se administran en forma de dulces, chocolatines, bebidas gaseosas, jugos, café y licor.

A través de la vía inhalatoria no se descartan sus efectos, como en cigarrillos preparados o por aplicación sobre la piel en sesiones de masajes.

Reitero, como se trata de un hipnógeno capaz de controlar a la víctima con el fin de cometer delitos, la persona se somete por completo a las órdenes del delincuente, sin presentar ninguna clase de oposición.

El efecto máximo se alcanza durante una a dos horas y cede paulatinamente.

Cómo impedir que nos ocurra

Las principales recomendaciones son:

No aceptar alimentos, golosinas, ni bebidas de extraños, sobre todo en taxis, micros de media y larga distancia y clubes nocturnos, que son los sitios donde se sabe que ocurren estos ataques.

No tomar sesiones de masajes sino en lugares reconocidos y preferentemente asistiendo con otras personas, que al ingresar en horarios distintos y al esperarse mutuamente, puedan advertir si alguno se retira con personas desconocidas o sospechosas.

Desconfiar de “infartantes señoritas” que dicen haber sido asaltadas y que necesitan tomar un café y unas pocas monedas para llamar por teléfono.

También desconfiar de “apuestos caballeros” que convidan mates o bebidas a señoras que visitan paseos, ferias artesanales o de antigüedades, etc, etc..


Qué hacer si nos sucede

La primera sensación es de embotamiento y luego empieza una percepción de oscurecimiento, como la que ocurre previa a los desmayos.
Antes del oscurecimiento todavía hay energía y reflejos para escapar y alertar a la persona más cercana, decir siempre que “se está solo” y que por favor, se lo envíe a un hospital.



Si Usted lo desea, puede comunicarse por este u otros temas vinculados a la Salud Mental o a la Psicología del Comportamiento en la Empresa.

licjorgemercado@gmail.com

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