Jorge Mercado
Acoso psicológico laboral
Jorge Mercado
Prevención de robos
Se trata del suministro de sustancias hipnóticas que provocan pérdida del control y de la memoria.
En todos los casos, la persona -que se encuentra casi siempre sola- recibe y ejecuta órdenes sin oposición, desapareciendo los actos inteligentes de la voluntad y la memorización de hechos, lo cual es aprovechado por los delincuentes, que se dedican con tranquilidad a robar y en algunos casos a violar a sus victimas.
Las sustancias se absorben rápidamente y es por vía oral como frecuentemente se administran en forma de dulces, chocolatines, bebidas gaseosas, jugos, café y licor.
A través de la vía inhalatoria no se descartan sus efectos, como en cigarrillos preparados o por aplicación sobre la piel en sesiones de masajes.
Reitero, como se trata de un hipnógeno capaz de controlar a la víctima con el fin de cometer delitos, la persona se somete por completo a las órdenes del delincuente, sin presentar ninguna clase de oposición.
El efecto máximo se alcanza durante una a dos horas y cede paulatinamente.
Cómo impedir que nos ocurra
Las principales recomendaciones son:
No aceptar alimentos, golosinas, ni bebidas de extraños, sobre todo en taxis, micros de media y larga distancia y clubes nocturnos, que son los sitios donde se sabe que ocurren estos ataques.
No tomar sesiones de masajes sino en lugares reconocidos y preferentemente asistiendo con otras personas, que al ingresar en horarios distintos y al esperarse mutuamente, puedan advertir si alguno se retira con personas desconocidas o sospechosas.
Desconfiar de “infartantes señoritas” que dicen haber sido asaltadas y que necesitan tomar un café y unas pocas monedas para llamar por teléfono.
También desconfiar de “apuestos caballeros” que convidan mates o bebidas a señoras que visitan paseos, ferias artesanales o de antigüedades, etc, etc..
Qué hacer si nos sucede
Antes del oscurecimiento todavía hay energía y reflejos para escapar y alertar a la persona más cercana, decir siempre que “se está solo” y que por favor, se lo envíe a un hospital.
Si Usted lo desea, puede comunicarse por este u otros temas vinculados a la Salud Mental o a la Psicología del Comportamiento en la Empresa.
licjorgemercado@gmail.com
La importancia psicológica de los grupos
La característica social más marcada de este milenio -junto al desempleo- es el profundo sentimiento de soledad de las personas.
Sucede, que la eliminación de la intermediación humana (cajeros automáticos, correo electrónico, Internet, etc) en muchas actividades, va creando una sociedad de solitarios relativamente satisfechos, que hasta pueden ver por televisión una guerra -Irak.EEUU.- en el momento en que se producen los hechos.
Veamos entonces, nuestra relación con los grupos; nacemos en medio de dos personas, nuestros padres, en lo que se llama grupo primigenio o primario.
Aquí aparece la primera discusión; algunos dicen que grupo son tres integrantes y otros dicen que lo es a partir de dos, el argumento es que entre dos es factible tener criterios similares, siendo seguro, que entre tres; las opiniones sean discordantes o diferentes...
Decimos entonces, que la principal condición de los grupos es la variedad de opiniones, conductas, valores, religiones, etc. de cada uno de sus integrantes.
Son notables los fenómenos que en el individuo provoca el cruce de sus particularidades, con las del grupo, genera cambios tan importantes y tan intensos para él, como para el grupo; que también siente emociones, rechazo o aceptación, interés, curiosidad, deseo de hacer pagar “derecho de piso” , etc.
Por otra parte, durante toda nuestra vida aprendemos que los grupos son inevitables, no podemos elegirlos (ej. nuestros compañeros de trabajo) y que son generalmente de desconocidos.
Un grupo que sí decimos conocer es nuestra familia, pero tal vez no percibamos que es un grupo que no elegimos y por lo tanto, es con ese otro grupo, el de nuestros amigos- a los que sí hemos elegido- con quienes tenemos una afinidad distinta.
La gente suele decir: “para mí fulano es más que un hermano....”, deberíamos decir: “no es más, es otra cosa”..., fue elegido por sus particularidades, como nosotros fuimos elegidos por ellos.
En los adultos y gerontes, es esperable entonces, que no privilegien grupos siempre complacientes o de igual o único pensamiento, a pesar de lo tranquilizadoras que puedan ser esas relaciones porque siempre les dicen que sí a todo. Deberían acercarse a otras personas, entonces, con criterio maduro, ya que sólo nuestros amigos o los parientes que más nos aprecian, son los que se animan a hablarnos de nuestros errores, del “carácter”, etc., sin temor a molestarnos, para que, viendo lo que tratamos de no ver, intentemos modificarlo, si fuese ese nuestro deseo.
En otras notas referiremos cómo la Psicología, los grupos de reflexión y los grupos terapéuticos más precisamente, permiten trabajar en sintonía con estos objetivos.
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